domingo, 21 de noviembre de 2010

Historias de familia: El lunar de Zapata

Por Armando Alanís
Milenio Diario

Margarita Zapata es nieta del Caudillo del Sur y presidenta de Emiliano Zapata Fundación de Estudios e Investigación. Basada en los relatos de su abuela, ella habla de su abuelo.

Dice que para el general, a quien sus familiares y amigos llamaban Miliano, el principal valor era la lealtad. No toleraba la traición.

Margarita cuenta que su abuela, que se llamaba como ella, para lavar el pantalón del traje de charro de Zapata tenía primero que quitarle la botonadura de plata, lavar la prenda, plancharla y luego coser, uno a uno, todos los botones de ambas perneras.


En la intimidad, Miliano era el más cariñoso, el más tierno.

No era ese hombre recio, serio y de mirada penetrante que vemos en las fotos.

“Zapata era lo que yo te estoy diciendo”, le decía su abuela a Margarita.

Y una de sus tías le contaba:

“Mi padre era un hombre que tenía mucha fuerza”.

Refiere que sin duda uno de los días más felices del general fue cuando se firmó el Plan de Ayala. “Los que no tengan miedo, que pasen a firmar”, le dijo a su gente. Y todos pasaron. “Igual me van a matar”, decían algunos.

Édgar Castro Zapata es nieto de Mateo Zapata Pérez, el hijo menor del revolucionario morelense. Dice que en el museo de Tlaltizapán, Morelos, se pueden ver algunas pertenencias de su bisabuelo: su cama, su baraja, el sombrero —con agujeros de bala— que llevaba el día que lo mataron, en Chinameca, y las ropas ensangrentadas.

Habla de la Fundación Zapata, cuyo principal objetivo es rescatar y actualizar el Plan de Ayala.

El artículo octavo trata del rescate y atención a las viudas zapatistas.

—Actualmente tenemos 33 viudas, viven en la vil pobreza —comenta—.

Pero eso sí, el gobierno tiene un presupuesto millonario para conmemorar este Centenario de la Revolución, que la verdad no ha concluido sino que más bien fue interrumpida.

Dice que Zapata fue muy enamorado:

tuvo treinta mujeres y veintiocho hijos.

—Su mejor amiga fue La Cucaracha, que está fotografiada por Casasola: es la mujer que está colgada en un vagón de tren, que según es la cocinera de Huerta, pero no, es La Cucaracha.

Era su amiguita y el general se la pasaba fabuloso con ella.

Luego comenta:

—El general tenía un lunar muy curioso en el pecho; era una forma de manita extendida.

Tenía esa manita y todas las hermanas de Zapata decían que era una señal.

Siempre creyeron que el general era un predestinado, pero desgraciadamente cuando lo matan, la familia busca la manita, y como tenía todo el pecho destrozado no la encontraron.

La misma familia crea entonces el rumor de que no murió.

Fuente: http://www.milenio.com/node/582896

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